Esta muestra comenzó como una celebración junto a Bryan, y hoy se transforma en un acto de gratitud: un homenaje luminoso para un fotógrafo que hallaba, en lo cotidiano, poesía visual.
Bryan F. Peterson, referente internacional de la fotografía contemporánea, supo ver lo extraordinario en los detalles y hacer de la cámara una aliada del asombro. Su legado es inmenso: por las imágenes que nos deja, las enseñanzas que compartió y la inspiración que nos despertó.
Esta exposición reúne fotografías seleccionadas junto al propio autor poco antes de su fallecimiento en abril de 2025. Organizadas en cuatro ejes temáticos —Siluetas, Retratos, Naturaleza y Movimiento—, despliegan con claridad lo que él mismo defendía incansablemente: el poder del color para narrar, conmover y despertar sentidos.
Las fotografías invitan al espectador a detenerse. Hay un llamado claro a la contemplación, provocado por una singularidad cuidadosamente construida desde la visión personal del fotógrafo. El color, como actor principal, es una fuerza magnética que hipnotiza y emociona, no solo por su belleza, sino porque funciona como un faro que invita a observar la imagen de nuevo.
Con escenas cargadas de energía y equilibrio, Bryan supo armonizar paciencia y audacia, ofreciéndonos instantes mágicos que, sin su mirada, habrían pasado inadvertidos. Hay en estas obras una coreografía entre luz y forma, entre la vibración cromática y el gesto humano, entre la pausa contemplativa y el vértigo del mundo que se mueve.
Hoy celebramos su legado con una selección que no busca cerrar, sino despertar: asombro, curiosidad, deseos de mirar. Para que cada visitante encuentre en estas imágenes una chispa de lo que Bryan nos enseñó: que fotografiar es, en el fondo, otra forma de amar el mundo.
Bryan F. Peterson se sintió atraído por el arte desde joven, iniciándose en el dibujo y la pintura durante su adolescencia. Sin embargo, en 1970, un gesto casual cambió el rumbo de su vida: su hermano mayor, Bill, le puso una cámara en las manos. Desde ese momento, la fotografía se convirtió en su lenguaje. Fascinado por su inmediatez, Bryan pronto sintió la necesidad de tener su propia cámara y comenzó a explorar el mundo a través del color.
Dedicó más de cincuenta años a la fotografía. Comenzó retratando bodas, incursionó en la fotografía comercial y más tarde desarrolló una prolífica carrera como fotógrafo independiente, autor y educador. Su obra se caracterizó siempre por adoptar un punto de vista singular: un leve movimiento de cámara bastaba para alterar el encuadre y transformar la escena en algo completamente distinto, vibrante y único.
Celebrado por su mirada expresiva y su habilidad para convertir lo ordinario en extraordinario, Bryan mantuvo siempre un espíritu de exploración incansable. Su necesidad constante de reinventarse guió cada etapa de su trayectoria. Ese impulso vital lo llevó también a compartir su experiencia: publicó numerosos libros de fotografía, muchos de ellos traducidos a múltiples idiomas. Su título más reconocido, Understanding Exposure, vendió más de un millón de copias y se convirtió en una obra de referencia internacional. Como maestro comprometido, transmitió su conocimiento a miles de estudiantes en todo el mundo, tanto en encuentros presenciales como a través de sus plataformas educativas Bryan Peterson School of Photography y You Keep Shooting.
Enseñar fue para él también una forma de crecer. Aprender de Bryan significaba ser desafiado, alentado y, en última instancia, transformado.
Steve McCurry, Vivian Maier, Lewis W. Hine, Berenice Abbott, Dorothea Lange, Constantine Manos, Hiroji Kubota, Gary Hershorn, and more.